
ENVEJECIMIENTO SANO O NO PATOLÓGICO
Cuando hablamos de envejecimiento sano o no patológico nos referimos al envejecimiento de manera natural, considerado como una etapa más de la vida, en que la se produce una pérdida paulatina de las funciones y capacidades del organismo.
Los cambios propios de un envejecimiento natural son:
- Motricidad: pérdida de agilidad, pérdida de la coordinación motriz y pérdida de fuerza muscular.
- Memoria: mayor lentitud en la ejecución y soluciones de problemas, pero sin suponer un deterioro funcional ni alcanzar un estado de demencia, ya que los cambios son mínimos, sin verse afectadas las actividades de la vida diaria.
- Personalidad: cambios psicológicos y sociales.
El envejecimiento sano se caracteriza por:
- Buen funcionamiento físico y mental
- Buena movilidad
- Capacidad para llevar una vida independiente
Una vida saludable favorece una mayor esperanza de vida y menor probabilidad de discapacidad en personas mayores.
ENVEJECIMIENTO PATOLÓGICO
El envejecimiento patológico se produce cuando existen enfermedades crónicas o graves, déficits mentales… provocando la imposibilidad de llevar una vida independiente. Se hace visible por una disminución del rendimiento físico y mental.
En el envejecimiento patológico, los trastornos de la memoria afectan a la atención, el lenguaje y el aprendizaje. Cuando esto se produce, hablamos de DETERIORO COGNITIVO ASOCIADO A LA EDAD.
En cambio, cuando el deterioro cognitivo afecta a las Actividades de la Vida Diaria (AVD), estaríamos hablando de SÍNDROME DEMENCIAL.
De manera general, la DEMENCIA es una enfermedad que constituye un síndrome caracterizado por el deterioro de la función intelectual, afectando a áreas mentales como la memoria, el lenguaje, la orientación, la personalidad…